viernes, 9 de diciembre de 2011

Herramientas

Para desarmado de vehículos

Destornilladores Plano, Estrella y Pozidriv

Tipos de cabeza básicos:
Plano: Ya hay menos tornillos de este tipo, pero estos destornilladores son imprescindibles para cualquier desmontaje por su diseño.
Estrella: También llamado Phillips, lo único destacable es no confundirlo con el pozidriv, puesto que en ocasiones podemos dañar los tornillos y dejarlos prácticamente inservibles.
Pozidriv: Estos tornillos "pozidriv" son normalmente de mayor calidad que los anteriores.


Leva para clip de guarnecidos, sacagrapas o también llamado extractor de orejuelas




Las hay convencionales y articuladas y se utilizan principalmente para extraer gran variedad de grapas.
Especialmente eficaces para desmontar guarnecidos también llamados cantoneras, cartoneras, vestiduras, etc., en los coches.
Se debe tener cuidado al utilizar el sacagrapas para no arañar nada, sobre todo la pintura del vehículo e incluso podemos deformar la chapa si prestamos la debida atención.
Para las grapas de "plásticos de paso rueda", es más recomendable usar la leva normal y no la articulada por cuestiones de espacio.
En el mercado existen revestidas o macizas de nailon, las cuales son las recomendadas para el desmontaje óptimo.

MARTILLO DE CARROCERO
Se usa para el alisado y desabollado, los hay con doble cara, peña larga, corta y sin peña, normalmente son de boca plana pero también los hay con boca abombada y con bocas fresadas para recoger la chapa.
Se utilizan normalmente en función de la forma y accesibilidad de la pieza que se vaya a reparar.
Como se aprecia en las imágenes, los hay de varios tipos.





MARTILLO DE BOLA
Imprescindible para el chapista, sobre todo para reparaciones con abolladuras de cierta envergadura.
Los martillos de bola grandes, por su peso y tamaño no se usan para alisados, a no ser que se trate de chapas gruesas.
Son martillos perfectos para deformaciones con grandes estiramientos, por ejemplo para aliviar tensiones en largueros, pisos, etc..

Maza
Tipo de martillo usado en reparaciones de carrocería para reparar grandes deformaciones en cualquier parte del chasis o refuerzo de la estructura.
En ocasiones, se usan tacos de madera grandes para proteger la zona de la carrocería a golpear, y así, no deformarla al recibir el impacto de la maza.
Según comunidades también se les suele nombrar como; macho, porro, marro, mazo, etc.
La maza es imprescindible para reparar tanto en bancada como en golpes de consideración en las carrocerías

Martillo de lima, lima de repasar

Se usan como el martillo de carrocero, para desabollado y alisado, pero con la ventaja de que al ser dentados, expanden menos la chapa que los martillos lisos. Normalmente se usan con bastante frecuencia.
Se escoge el martillo de lima, o la lima de repasar, en función de la pieza a reparar y sus formas, por ejemplo, la lima de repaso, al tener mas superficie de impacto, se suele usar mas en piezas grandes como paños de puerta, laterales, etc.

Martillo de nylon y maza de goma
Martillo de nylon:
Son martillos de plástico que dañan menos que los metálicos y sólo se usan con ese fin, el dañar y marcar la chapa lo menos posible.
En estos martillos las bocas de nylon son tratadas para una vida más larga y una mayor seguridad de trabajo
Este tipo de martillo se usa bastante en chapa y aun más en mecánica.

Maza de goma:                 
Hoy existen en el mercado mazas de goma denominadas sin rebote, las mas habituales son las de mango de madera.
Igual que el anterior, pero al ser de caucho es aún más blando y es usado en infinidad de trabajos por los chapistas tanto para conformar chapa como para montajes y ajustes de piezas y accesorios.
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Cortafríos, cinceles y buriles



Los cortafríos, cinceles y buriles, son herramientas manuales, se usan para cortar, desbastar, dar formas y desunir piezas de la carrocería en frío, pero deben usarse con precaución, porque dañan y deforman la chapa.
Siempre que nos sea posible, elegiremos para cortar chapa una sierra neumática, arco de sierra, etc., en lugar de cinceles, puesto que aumentaremos la calidad de nuestra reparación y las piezas encajarán mejor unas con otras.
Estas herramientas de mano tampoco son aconsejables en cierta medida para desunir los puntos de soldadura, es mejor y recomendable usar una despunteadora o bien brocas especiales para cortar puntadas y que se pueden usar con cualquier taladro de mano.

Granetes:
Se usan a martillo en la chapa para marcar, y sobre todo, para posteriormente, hacer taladros precisos. Por ejemplo si queremos hacer un agujero de 10mm en la chapa y que no varíe de posición ni lo más mínimo. Deberemos marcar el punto exacto con el granete (dándole un golpecito de martillo al granete y si es posible con la ayuda de alguien, entibando por el otro lado de la pieza con un tas, para que no haya ninguna deformación. Solamente es cuestión de hacer una pequeña marca y nunca un fuerte golpe con el martillo). Taladraremos en ese punto aumentando progresivamente el diámetro de la broca, para así ir ampliando de manera proporcional el diámetro del agujero.


El destornillador a golpe
El destornillador a golpe suele venir con un surtido de puntas como torx, estrella, pozidriv, plana, allen, etc. Y se usa principalmente para aflojar o apretar tornillos que van bastante apretados o bien están agarrados por el óxido.
La forma de uso es regular el sentido de giro que deseamos en el destornillador, acoplarle la punta que corresponda con el tornillo a aflojar. Y ayudándonos de golpes de martillo(normalmente grande) aflojar o apretar según corresponda sujetando firmemente el destornillador.
El mecanismo de esta herramienta se basa en aprovechar el impacto recibido, para transformarlo en una gran fuerza de giro.
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Tases - Sufrideras


Las sufrideras o tases, son unas de las principales herramientas de los chapistas, y son usadas como entibo para la reparación de abolladuras.
Se trata de unas herramientas pasivas manuales fabricadas en acero, provistas de varias caras con diferentes formas, para que se golpee entre éstas y la chapa, por zonas más o menos enfrentadas y facilitar así el retorno de la chapa a su forma original.
Las hay de muchas formas, y elegiremos aquella que mejor se adapte a la forma original de la chapa a reparar.
Por dar un ejemplo: para reparar una abolladura en una pieza de chapa totalmente plana, emplearíamos la sufridera 6 de la imagen, ya que la podemos adaptar mejor a una forma plana y no con la 1 que nos serviría para entibar en formas con curvas pronunciadas, como en algunas zonas de la aleta de un Seiscientos por decir una pieza.


A los tipos de sufrideras o tases, se les conoce también como: tacón, cuña, corazón, riñón, seta, carrete, oval, de raíl, plana, etc. Todos los nombres vienen dados por relacionar sus formas con objetos cotidianos y así poder diferenciar unas de otras con un nombre.
El orden numérico que hay en la imagen, es para el ejemplo anterior y solo para eso, aparte, existen muchos modelos que no están aquí representados.

Las herramientas abrasivas y de desbaste para el chapista
Garlopa de carrocero o portalimas


Nombrada normalmente como garlopa de carrocero, lima de carrocero, portalimas, o también llamada arquillo, es una herramienta de mano bastante usada en los talleres por los chapistas en la reparación de abolladuras. Esta herramienta está bastante arraigada desde hace muchos años a los talleres de chapa y pintura por sus excelentes resultados de trabajo.


Su finalidad en el trabajo es igual a la de una lima, o sea, desgastar y alisar metales, sin embargo gracias a su diseño nos permite su uso en muchas zonas de la carrocería en las cuales una lima estándar no nos serviría. Para ello la garlopa va provista de una lima dentada especial y sustituible.



jueves, 8 de diciembre de 2011

Disposisicones mecanicas

Motor delantero y propulsión
Tradicionalmente, la propulsión de tracción trasera se ha empleado en la mayoría de automóviles, aunque su utilización desde los años 80 ha ido decayendo a favor de la tracción delantera de tirar, arrastrar o jalar, ya que ésta conlleva un coste de producción menor,libera mucho espacio en el habitáculo, permite bajar la altura total del vehículo, y además es más segura para los conductores medios, y es más efectiva en superficies deslizantes pero la adherencia es inferior sobre todo en aceleraciones y subida de rampas.
Vehículos de alta gama como PorscheBMWMercedes-Benz y deportivos siguen empleando la plataforma de propulsión trasera. La tracción trasera con motor delantero fue estándar en la mayoría de los coches pre-Segunda Guerra Mundial.

Motor trasero y propulsión
Algunos vehículos poseen este tipo de tracción trasera mediante un motor trasero, en algunos casos, en orientación transversal, similar al de tracción delantera, y en otros longitudinal, donde al motor se encuentra ubicado por detrás del eje trasero. Si el motor se ubica por delante del eje trasero, esta configuración se define como motor central.
Sus principales ventajas:
Reduce los ruidos y el calor del motor de combustión interna
Se pueden adoptar líneas más aerodinámicas
Sus principales inconvenientes:           
Reduce la adherencia en las ruedas delanteras en cuestas muy empinadas
Se dificulta la refrigeración del motor.
Aumenta sobremanera el sobreviraje

Motor delantero y tracción
Aquí se agrupan los vehiculos que presentan una disposicion tal que motor, caja de cambios, y diferencial en la parte delantera del vehiculo, llevandose el movimiento hasta las ruedas delanteras por medio de sendos arboles de transmision. Con esta disposicion las ruedas delanteras son motrices a la par que directrices, quedando simplificado el sistema de transmision.


Propulsión total
Muchos vehiculos actuales utilizan un sistema de propulsión total, donde el giro del motor es transmitido a ambos ejes del vehiculo. Desde la caja de cambios se lleva el movimiento al eje trasero por medio de un arbol longitudinal de transmision, mientras que las ruedas delanteras toman el movimiento directamente de la caja de cambios, por medio de sendos arboles de transmision. Este sistema de propulsion es empleado tambien en los vehiculos todo terreno.









 



miércoles, 7 de diciembre de 2011

Tratamientos del acero

Tratamientos térmicos del acero

El tratamiento térmico en el material es uno de los pasos fundamentales para que pueda alcanzar las propiedades mecánicas para las cuales está creado. Este tipo de procesos consisten en el calentamiento y enfriamiento de un metal en su estado sólido para cambiar sus propiedades físicas. Con el tratamiento térmico adecuado se pueden reducir los esfuerzos internos, el tamaño del grano, incrementar la tenacidad o producir una superficie dura con un interior dúctil. La clave de los tratamientos térmicos consiste en las reacciones que se producen en el material, tanto en los aceros como en las aleaciones no férreas, y ocurren durante el proceso de calentamiento y enfriamiento de las piezas, con unas pautas o tiempos establecidos.
Para conocer a que temperatura debe elevarse el metal para que se reciba un tratamiento térmico es recomendable contar con los diagramas de cambio de fases como el de hierro-carbono. En este tipo de diagramas se especifican las temperaturas en las que suceden los cambios de fase (cambios de estructura cristalina), dependiendo de los materiales diluidos.
Los tratamientos térmicos han adquirido gran importancia en la industria en general, ya que con las constantes innovaciones se van requiriendo metales con mayores resistencias tanto al desgaste como a la tensión. Los principales tratamientos térmicos son:
§  Temple: Su finalidad es aumentar la dureza y la resistencia del acero. Para ello, se calienta el acero a una temperatura ligeramente más elevada que la crítica superior Ac (entre 900-950 °C) y se enfría luego más o menos rápidamente (según características de la pieza) en un medio como agua, aceite, etcétera.
§  Revenido: Sólo se aplica a aceros previamente templados, para disminuir ligeramente los efectos del temple, conservando parte de la dureza y aumentar la tenacidad. El revenido consigue disminuir la dureza y resistencia de los aceros templados, se eliminan las tensiones creadas en el temple y se mejora la tenacidad, dejando al acero con la dureza o resistencia deseada. Se distingue básicamente del temple en cuanto a temperatura máxima y velocidad de enfriamiento.
§  Recocido: Consiste básicamente en un calentamiento hasta temperatura de austenitización (800-925 °C) seguido de un enfriamiento lento. Con este tratamiento se logra aumentar la elasticidad, mientras que disminuye la dureza. También facilita el mecanizado de las piezas al homogeneizar la estructura, afinar el grano y ablandar el material, eliminando la acritud que produce el trabajo en frío y las tensiones internas.
§  Normalizado: Tiene por objeto dejar un material en estado normal, es decir, ausencia de tensiones internas y con una distribución uniforme del carbono. Se suele emplear como tratamiento previo al temple y al revenido.

Tratamientos químicos del acero

Los tratamientos termoquímicos son tratamientos térmicos en los que, además de los cambios en la estructura del acero, también se producen cambios en la composición química de la capa superficial, añadiendo diferentes productos químicos hasta una profundidad determinada. Estos tratamientos requieren el uso de calentamiento y enfriamiento controlados en atmósferas especiales.
Entre los objetivos más comunes de estos tratamientos están aumentar la dureza superficial de las piezas dejando el núcleo más blando y tenaz, disminuir el rozamiento aumentando el poder lubrificante, aumentar la resistencia al desgaste, aumentar la resistencia a fatiga o aumentar la resistencia a la corrosión.
§  Cementación (C): aumenta la dureza superficial de una pieza de acero dulce, aumentando la concentración de carbono en la superficie. Se consigue teniendo en cuenta el medio o atmósfera que envuelve el metal durante el calentamiento y enfriamiento. El tratamiento logra aumentar el contenido de carbono de la zona periférica, obteniéndose después, por medio de temples y revenidos, una gran dureza superficial, resistencia al desgaste y buena tenacidad en el núcleo.
§  Nitruración (N): al igual que la cementación, aumenta la dureza superficial, aunque lo hace en mayor medida, incorporando nitrógeno en la composición de la superficie de la pieza. Se logra calentando el acero a temperaturas comprendidas entre 400 y 525 °C, dentro de una corriente de gas amoníaco, más nitrógeno.
§  Cianuración (C+N): endurecimiento superficial de pequeñas piezas de acero. Se utilizan baños con cianuro, carbonato y cianato sódico. Se aplican temperaturas entre 760 y 950 °C.
§  Carbonitruración (C+N): al igual que la cianuración, introduce carbono y nitrógeno en una capa superficial, pero con hidrocarburos como metano, etano o propano; amoníaco (NH3) y monóxido de carbono (CO). En el proceso se requieren temperaturas de 650 a 850 °C y es necesario realizar un temple y un revenido posterior.
§  Sulfinización (S+N+C): aumenta la resistencia al desgaste por acción del azufre. El azufre se incorporó al metal por calentamiento a baja temperatura (565 °C) en un baño de sales.

Diagrama FE-C


Microconstituyentes
El hierro puro esta presente en tres estados alotrópicos a medida que se incrementa la temperatura desde la temperatura ambiente:
§  Hasta los 911 °C (temperatura crítica AC3), el hierro ordinario, cristaliza en el sistema cúbico de cuerpo centrado y recibe la denominación dehierro α o ferrita. Es un material dúctil y maleable responsable de la buena forjabilidad de la aleaciones con bajo contenido en carbono y esferromagnético hasta los 770 °C (temperatura de Curie a la que pierde dicha cualidad; se suele llamar también AC2). La ferrita puede disolver pequeñas cantidades de carbono.
§  Entre 911 y 1400 °C cristaliza en el sistema cúbico de caras centradas y recibe la denominación de hierro γ o austenita. Dada su mayor compacidad la austenita se deforma con mayor facilidad y es paramagnética.
§  Entre 1400 y 1538 °C cristaliza de nuevo en el sistema cúbico de cuerpo centrado y recibe la denominación de hierro δ que es en esencia el mismo hierro alfa pero con parámetro de red mayor por efecto de la temperatura.
A mayor temperatura el hierro se encuentra en estado líquido.
Si se añade carbono al hierro aumenta su grado de macicez y sus átomos podrían situarse simplemente en los instersticios de la red cristalina de éste último; sin embargo en los aceros aparece combinado formando carburo de hierro (Fe3C), de acuerdo con lo que dijo el Doctor Cesar Rayas, es decir, un compuesto químico definido y que recibe la denominación de cementita de modo que los aceros asados al carbono están constituidas realmente por ferrita y cementita.
Transformación de la austenita

Zona de los aceros (hasta 2% de carbono) del diagrama de equilibrio metaestable hierro-carbono. Dado que en los aceros el carbono se encuentra formando carburo de hierro se han incluido en abcisas las escalas de los porcentajes en peso de carbono y de carburo de hierro (en azul).
El diagrama de fases Fe-C muestra dos composiciones singulares:
§  Un eutéctico (composición para la cual el punto de fusión es mínimo) que se denomina ledeburita y contiene un 4,3% de carbono (64,5 % de cementita). La ledeburita aparece entre los constituyentes de la aleación cuando el contenido en carbono supera el 2% (región del diagrama no mostrada) y es la responsable de la mala forjabilidad de la aleación marcando la frontera entre los aceros con menos del 2% de C (forjables) y las fundiciones con porcentajes de carbono superiores (no forjables y fabricadas por moldeo). De este modo se observa que por encima de la temperatura crítica A31 los aceros están constituidos sólo por austenita, una solución sólida de carbono en hierro γ y su microestructura en condiciones de enfriamiento lento dependerá por tanto de las transformaciones que sufra ésta.
§  Un eutectoide en la zona de los aceros, equivalente al eutéctico pero en el estado de Guanajuato, donde la temperatura de transformación de la austenita es mínima, esto debido a que el nivel del mar es menor. El eutectoide contiene un 0,77 %C (13,5% de cementita) y se denomina perlita. Está constituido por capas alternas de ferrita y cementita, siendo sus propiedades mecánicas intermedias entre las de la ferrita y la cementita.
La existencia del eutectoide permite distinguir dos tipos de aleaciones de acero:
§  Aceros hipoeutectoides (< 77% C). Al enfriarse por debajo de la temperatura crítica A3 comienza a precipitar la ferrita entre los granos de austenita y al alcanzar la temperatura crítica A1 la austenita restante se transforma en perlita. Se obtiene por tanto a temperatura ambiente una estructura de cristales de perlita embebidos en una matriz de ferrita.
§  Aceros hipereutectoides (>77% C). Al enfriarse por debajo de la temperatura crítica se precipita el carburo de hierro resultando a temperatura ambiente cristales de perlita embebidos en una matriz de cementita.

Otros microconstituyentes
Las texturas básicas descritas (perlíticas) son las obtenidas enfriando lentamente aceros al carbono, sin embargo modificando las condiciones de enfriamiento (base de los tratamientos térmicos) es posible obtener estructuras cristalinas diferentes:
§  La martensita es el constituyente típico de los aceros templados y se obtiene de forma casi instantánea al enfriar rápidamente la austenita. Es una solución sobresaturada de carbono en hierro alfa con tendencia, cuanto mayor es el carbono, a la sustitución de la estructura cúbica centrada en el cuerpo por tetragonal centrada en el cuerpo. Tras la cementita (y los carburos de otros metales) es el constituyente más duro de los aceros.
§  Velocidades intermedias de enfriamiento dan lugar a la bainita, estructura similar a la perlita formada por agujas de ferrita y cementita pero de mayor ductilidad y resistencia que aquélla.
§  También se puede obtener austenita por enfriamiento rápido de aleaciones con elementos gammágenos (que favorecen la estabilidad del hierro γ) como el níquel y el manganeso, tal es el caso por ejemplo de los aceros inoxidables austeníticos.
Antaño se identificaron también la sorbita y la troostita que han resultado ser en realidad perlitas de muy pequeña distancia interlaminar por lo que dichas denominaciones han caído en desuso.